Las necesidades básicas no son solo biológicas, también son emocionales y sociales
Usualmente, se considera que las únicas necesidades que debe tener un menor para un desarrollo óptimo son las necesidades biológicas, pero, mayoritariamente, se dejan de lado las necesidades emocionales.
Ahora bien, el papel que ejerce el entorno familiar debe ser el de estimular el desarrollo físico junto con experiencias de la cotidianidad, para que el desarrollo psicobiológico sea idóneo.
Adicionalmente, el entorno en el que el niño se desenvuelva debe ser un espacio facultado para atender necesidades, con recursos económicos viables para satisfacer las necesidades, tales como salud, higiene, alimentación, etc.
Están las necesidades físico-biológicas, tales como la alimentación, la limpieza física, la verificación y la atención al estado de salud, la vestimenta y ser supervisado por un adulto (cuidadores).
Están las necesidades cognitivas, donde el niño tiene derecho a la estimulación sensorial, para que logre explorar su entorno de forma asertiva, así como comprender lo que sucede en su entorno y saber cómo interactuar, socialmente, a través de las enseñanzas impartidas por sus cuidadores que lo guían con valores y normas.
Están las necesidades emocionales y sociales, donde el niño deberá sentirse soportado, amado, entendido y aceptado, con ello, podrá interactuar con el resto de integrantes familiares para tomar decisiones, tener espacios de esparcimiento como el juego, ir al colegio, aprender y socializar con el resto de compañeros.